El faro de Cabo Maleas
El Cabo Maleas es un lugar de rara belleza, al sur del del Peloponeso, el segundo punto más al sur de Grecia y donde se ubica uno de los faros más grandes del Mediterráneo.
En la antigüedad clásica era uno de los puntos de embarque y de partida más importantes del Mediterráneo; sin embargo es conocido por sus rápidos cambios de clima y fuertes tormentas. Es un sitio homérico: Ulises regresa a Ítaca rodeando el Cabo Maleas.
Su importancia se redujo tras la apertura del Canal de Corinto, pero actualmente se ha transformado en un destino turístico especial para los buscadores de lugares raros y naturales relacionados con la magnífica ultura griega.
El faro de piedra fue construido en 1883, su torre tiene 15 metros de altura y la altura focal es de 40 metros. Actualmente está automatizado y funciona con energía solar; es considerado Monumento Histórico por su particularmente valiosa arquitectura ya que forma parte de una categoría especial, relacionada con el desarrollo y la seguridad en la navegación, estrechamente unida a la tradición naval de Grecia y un punto de referencia para los navegantes.
Su nombre mitológico se funde con los ruidos y clamores que parecen surgir del mar embravecido, según la experiencia de marinos y viajeros desde la antigüedad, lugar temible, donde “hasta las águilas tienen miedo de construir sus nidos”. La visión desde el Cabo Maleas es de impresionante belleza; las verdes montañas, las tierras cultivadas, el encuentro de la piedra y el mar en un juego de colores difícil de repetir. El lugar cuenta con una red de senderos que cruzan de lado a lado la maravillosa montaña Malea con sus paisajes de imponente belleza y sus ocultos tesoros espeleológicos.
A la vuelta del Cabo se encuentra un hermoso pueblo, El Salvador, construido en forma de anfiteatro, que nos invita a sentarnos y admirar el hermoso paisaje. Es una zona en la que hay cuevas que despiertan historias míticas de miles de años de antigüedad, como Mafrospilia, una cueva inexplorada.
Otras atracciones de la zona son los monumentos religiosos, todos muy bien conservados, como la Iglesia de la Transfiguración de Jesús Cristo, el Santo Miron, Santo Tomás de Malea o San Panteleimon. En cuanto a la gastronomía, recomendamos las pequeñas tabernas de la costa en las que podrás degustar todas las especialidades del mar en distintas preparaciones, como la famosa sopa de pescado.
Foto: Asociación Myrtidiotissa
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