Rutas del Vino en Ática

Peania

El Valle de Atica, cerca de Atenas, custodiado por montañas como Himeto, Penteli, o el Parnaso y rodeado por el mar, tiene el clima ideal para los cultivos de trigo, vino y aceite de oliva, símbolos gastronómicos del Mediterráneo.

Al viajero que llegue al Ática le interesará saber que la superficie total cultivada con viñedos supera las 65000 hectáreas, la más grande de Grecia, con variedades autóctonas y exóticas, claramente orientadas a los vinos blancos.   Aquí se cultiva la famosa uva Savatiano, especialmente en Messogia, para la elaboración del vino Retsina; es una de las más cultivadas y conocida por su resistencia a la sequía.

Se produce también en Evia y en la ciudad búlgara de Pomorie, la antigua Anchialos griega, donde suele mezclarse con la variedad Rhoditis.   En Kantza, un pueblo de Peania, hay una variedad especial de Savatiano con poca resina.

El recorrido por las rutas del vino de Ática debe comenzar en Atenas; luego de ver el Partenón nos dirigiremos hacia el mar y recorreremos la costa, por lo que resultaría interesante reservar un coche.  Nuestro primer destino es el Cabo Sunio, la punta más meridional de las tierras del Ática, una roca maciza que se adentra varios metros en el mar y donde se encontraba el templo de Poseidón.

Hacia el este comienza el valle y veremos el templo dedicado a la diosa Artemisa, protectora de la fertilidad y facilitadora de los partos. Aquí hay un museo junto a una iglesia del siglo VIII, donde se exhiben las piezas encontradas en las excavaciones.

En Peania es de particular interés la «cueva precipicio»: descubierta por casualidad en 1926 y ubicada en el lado oriental del monte Himeto, a 510 m. de altitud, tiene una superficie de 3.800 m² y está formada por una cámara dividida en secciones con hileras de estalactitas de colores, estalagmitas y columnas impresionantes.

Visitaremos el antiguo barrio de Peania, cuna del orador Demóstenes. Sus renovados edificios aún conservan el aire tradicional.  En el Museo de Arte Contemporáneo Griego-Iona del Norte se exhiben expresiones artísticas populares, únicas en su tipo en Grecia.

Siempre siguiendo la línea de costa, nos encontramos con Maratón y hasta donde llegue la mirada, viñedos y bodegas.  Llegaremos a Oropos, la antigua Rhamnous, con su templo de estilo dórico dedicado a Némesis, y luego a la gloriosa Dafnis, al oeste de Atenas, con el monasterio bizantino famoso por sus mosaicos que se han equiparado a los de Ravenna en Italia.

Nuestras dos últimas etapas son Eleusis, donde en la antigüedad se celebraron los famosos «misterios», con su Museo Arqueológico, y en seguida Megara con su impactante acueducto de mármol construido en el siglo VII antes de nuestra era.

Foto: Vía Panoramio – Apostol Karabairis



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