Kavala, confluencia de Oriente y Occidente

Kavala

Kavala es una de las ciudades más importantes de Macedonia y junto con Heraklion, las dos más grandes ciudades de Grecia que no tienen estación de ferrocarril. En cambio, tiene un aeropuerto internacional y un puerto natural que es el principal de esta región, ubicada en la bahía de Kavala, al otro lado de la isla de Tasos.

Se dice que Kavala fue la primera ciudad europea en la que se detuvo el apóstol San Pablo durante su peregrinaje; además es un importante punto de partida para visitar otros lugares de la Macedonia, o conocer las islas de Samotracia, Limnos y Thassos. Según la mitología griega, aquí nació el vino, pues Dionisos en persona, desde su templo, enseñó a los habitantes a cultivar la vid.

Esta ciudad de aspecto y monumentos orientales pero de profunda alma griega, antiguo pueblo pesquero, fue un núcleo poblacional desde la prehistoria, posteriormente poblada y colonizada por distintas corrientes, romanas, godas, normandas y hunas.  Hacia el siglo VI a. C.fue llamada Neápolis y alcanzó gran prosperidad por la explotación de las minas de oro del monte Pangeo, y en la época bizantina se denominó Cristópolis.

La llegada a Kavala se anuncia desde lejos: lo primero que se ve es un castillo veneciano, del siglo V a.C., en la colina de Panagia, que comparte con una bella Iglesia de la Virgen María.  Entre el castillo y el agua, engarzado como una joya junto al casco antiguo de la ciudad, se encuentra el monumento de Imaret, construido por Mehmet Ali, pachá de Egipto, que nació en esta ciudad y cuya casa natal se puede visitar; al frente luce una estatua ecuestre del pachá. El Imaret era un lugar de recogimiento y caridad; verdadero ejemplo de la arquitectura otomana, actualmente se ha transformado en un hotel de lujo. Su minarete forma de cúpula y su arquitectura oriental lo transforman en un lugar único. Detrás de la sierra se pueden ver el acueducto símbolo de la ciudad; de apariencia romana, fue construido por Solimán el Magnífico y suministraba agua a los baños turcos.

Museos: Se puede visitar el Museo Arqueológico de Kavala, con sus colecciones de la antigua Neapolis; está en el Odos Vasileos Pavlou, en el lado oeste del puerto. Se pueden ver las esculturas helenísticas y romanas, hallazgos de las excavaciones en el santuario de la Paternos del Castillo, que era la diosa principal de Neápolis;  y capiteles jónicos que pertenecieron a un templo de Tasos de principios del siglo V a. C. Museo Municipal de Folclore, en un edificio neoclásico de fines del siglo XIX, con sus exposiciones de trajes, joyas, artesanías y una colección del escultor Polygnotos Vagis (1894 – 1965).

Otras cosas para hacer en Kavala: paseos a caballo en las afueras; visitar el sitio y Museo arqueológico de Filipos, a 15 Km. de la ciudad, con hallazgos del año 5000 a.C. y ruinas romanas y bizantinas; en esta ciudad se realiza el Festival de teatro, música y danza, en el antiguo teatro, y se puede visitar también el monasterio bizantino de Icosifinissa y sus raros íconos, construido en el siglo IV.
Cerca de Kavala: a 40 Km. al este de la ciudad se encuentra uno de los humedales más importantes de Europa, el del río Nestos, en la frontera con la provincia de Tracia. Se pueden practicar deportes náuticos, conocer la desembocadura del río en el mar y estar en contacto con la vida silvestre y la naturaleza.

Foto: vía Flickr



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