La isla de Samotracia

Samotracia

Pequeña y encantadora, la isla de Samotracia está unida por siempre a la mitología griega. Con apenas 178 kilómetros cuadrados de superficie y una población de 2500 habitantes, es un destino muy recomendable para quienes disfruten de la paz de los lugares sin turismo masivo.

Se sitúa en el norte del mar Egeo, a poca distancia de la frontera marítima entre Grecia y Turquía. Es parte de Macedonia Oriental y Tracia, y es accesible desde Alexandroupoli en un breve viaje en barco.

Para los amantes de los viajes de aventura, que se diviertan con la idea de explorar pueblos tradicionales, este es el sitio perfecto. La exuberante naturaleza del lugar es otra de sus grandes atracciones, además de la famosa Victoria de Samotracia, que en la actualidad sólo puede verse en el Louvre parisiense.

Una excursión entre las montañas de la isla dejará exhausto a cualquiera, pero con ganas de seguir. Recorriendo los hermosos paisajes de Samotracia, es posible encontrarse con cascadas y claros en que hace ya 3 mil años los habitantes de la isla rendían culto a sus dioses.

La ciudad no cuenta con una vida nocturna a la manera de las grandes islas griegas, con discotecas y música electrónica. Aquí la regla son las tabernas, en donde se escucha música folklórica y se beben las delicias locales.

Hay varios pueblos en Samotracia, cada uno de ellos dueño de su encanto particular. Callecitas empedradas, plazas con una fuente y caminos empinados hacen al paseo. En la ciudad de Samotracia, el museo de folklore da una buena idea de las costumbres de la isla.

Desde luego, y como ocurre en toda buena isla griega, las playas son uno de los atractivos imperdibles. No son playas de arena, sino que en su mayoría son costas con piedras, pero eso no impide nadar y disfrutar del sol (eso sí, no hay que olvidar una esterilla para recostarse).

Foto Vía: Balkan Travellers



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Categorias: Macedonia, Tracia


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