Aigio, entre Patras y Atenas
El impactante Golfo de Corinto, en la costa norte del Peloponeso, pertenece actualmente a la prefectura de Acaya. Con Patras su capital, a la vez la tercera ciudad más grande de Grecia, posee playas, montaña, ríos, e impresionantes monumentos naturales en sus veintiún municipios.
Precisamente uno de estos es Aigio, o Egio, con sus treinta mil habitantes la segunda ciudad más grande de Acaya y una de las más bellas del Peloponeso que hoy vamos a recorrer.
Se encuentra al noroeste de Acaya; está construida en la colina de Aegio, al noroeste del Monte Chionistra, y tiene forma de anfiteatro, rodeada por los ríos Selinunte y Meganiti. Es una pequeña y hermosa ciudad entre Patras y Atenas, y además de sus propias riquezas naturales y monumentales, es el punto ideal para tomarla como base y realizar excursiones cortas a Delfos, Olimpia, Micenas o Nauplia.
Sus habitantes se dedican básicamente a al agricultura y el comercio, ya que es una importante ciudad portuaria, y aunque es muy conocida por la industria estatal de armas, lo es más por sus pasas de uva actualmente consideradas como las mejores del mundo, con denominación de origen Vostitsa, y los vinos de Aigialia también con denominación de origen.
Hay muchísimo para ver y hacer en Aigio, pero hoy nos dedicaremos a disfrutar de esta ciudad y sus hermosos edificios neoclásicos que le dan un estilo único y señorial, fiel testimonio de una economía próspera. Un lugar especial de la ciudad es Plaza Alta Lunya, una impresionante torre veneciana rodeada de palmeras y otras especies florales que crean un marco de encantadora belleza. La torre, que originariamente estaba destinada a la estación meteorológica, es la marca de la ciudad de Aigio.
Otro lugar para visitar es el Ayuntamiento, uno de los mejores edificios neoclásicos de la ciudad y de hecho uno de los palacios municipales más impresionantes de Grecia. Fue construido a mediados del siglo XIX y tuvo varias funciones, como sucursal del Banco Nacional, la sede del gobierno de Italia entre 194 y 1943 y también fue utilizado por la Gendarmería.
Si vamos hasta Aigio , aprovechemos para visitar uno de los santuarios religiosos en la ciudad, el Santo Monasterio de los Arcángeles y Ermita de San Leoncio, importante conjunto religioso de la región, en la orilla oriental del río Selinunte, en un paisaje de exuberante belleza. Interesará al visitante saber que fue fundado por San Leoncio de Monemvasia en 1377 y reconstruido en 1775.
Aquí se conserva una importante reliquia: el cráneo de San Leoncio. También están sus vestiduras bordadas en oro y otros objetos como la cruz y los evangelios. El monasterio es famoso por un producto delicioso: su dulce de rosas, único en la región.
Foto: Wikipedia
Categorias: Peloponeso