El mitico bosque Foloi
Este bosque único de Grecia, en Elis, en los límites de la Acaya y Arcadia, es un monumento de la naturaleza y la mitología. Ocupa un área de 218.000 metros cuadrados, y está integrado en la red Natura 2000 debido a su importancia y su casi incalculable antigüedad.
El bosque está rodeado al oriente por el río Erymanthos, al oeste por la aldea Simopoylo y al sur por aldeas como Nemouta y Lala , sede del gobierno municipal. La región nos invita a subir sus colinas y después de pasar la tierra de pinos, a 600 metros de altitud, encontrarnos con la exuberante meseta de Foloi y la aldea de Lala, con sus ochocientos habitantes. Esta meseta, llamada Laleiko, es el primer balcón de Foloi. Aquí tuvo lugar en junio de 1821 una importante batalla entre griegos y turcos.
Entre los habitantes del bosque se encuentra la encina; en la antigüedad, cada especie arbórea estaba dedicada a uno de los dioses y la encina era el homenaje a Zeus ya que era considerada como un emblema de fuerza. Pero la especie mítica es el roble spermofyi, soberano del bosque, habitado por las Dríadas, unas ninfas que vivían en su copa y disfrutaban con la lluvia. Este extraordinario árbol de hoja caduca llega a alcanzar los veinte metros de altura y vivir doscientos años. Su fruto conserva la capacidad de germinar y crece fácilmente, pero necesita mucha luz.
En Foloi también se crecen brezos, madroños, pinos de brillante color verde brillante, hay otros árboles muy antiguos y varias especies de helechos, y una población de pinos negros de los que se obtienen semillas que luego son llevadas a Atenas donde se colocan en incubadoras. En la cercana Koumanis se han desarrollado unas parcelas experimentales para trabajar en la regeneración natural de bosques, realizando un inventario cada cinco años, y protegiendo la zona con vallados naturales de la tala ilegal y el sobrepastoreo, así como la extracción de suelo del bosque de robles para ser utilizado como fertilizante.
Los antepasados de los habitantes de Koumanis vivieron en cavernas como Frantzis, Belloni y Melissi Bad, que es una cueva de dos pisos y 70 metros de altura; allí las mujeres tejían en sus telares y los hombres trabajaban la madera y criaban caballos. En Koumanis tienen una receta secreta para proteger sus utensilios de madera: es cortar la madera en luna llena, entonces nunca se pudrirán.
Foto: vía PBase
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