La isla de Rodas, paseos inolvidables
Valle de las Mariposas, Pétaloudes
Rodas, de capital homóloga, es la isla más grande del Dodecaneso. Su extensión ofrece visitas de una belleza mágica, y permite combinar paseos turísticos típicos con recorridos por zonas de esplendor natural inigualable.
Al final de la Calle de los Caballeros, en la parte antigua de la ciudad de Rodas, se encuentra el Palacio del Gran Maestre, construido por los Caballeros de San Juan de Jerusalén sobre el emplazamiento de una fortaleza bizantina del s. VII. Hoy en día funciona como museo, y exhibe en su interior una amplia y asombrosa colección de mobiliario europeo de los siglos XVI y XVII, mosaicos romanos y paleocristianos provenientes de la isla de Kos, y varios objetos de los primeros siglos de nuestra era.
A unos 56 kilómetros al sureste de allí se encuentra Lindos. Sus típicas casas blancas de techos de tejas rojas, las estrechas callejuelas y la tonalidad verdosa del mar hacen de esta ciudad un espectáculo maravilloso. Segunda en importancia en la isla, construida al pie del monte Krana, conserva importantes restos arquitectónicos.
La antigua acrópolis, en la cima del monte, fue excavada en 1903 por un equipo danés. En ella destaca un templo que reúne arquitectura griega y romana, de increíble belleza.
Pétaloudes es una visita imperdible, especialmente en el período que va de junio a septiembre. Allí se encuentra el Valle de las Mariposas, un pequeño paraíso natural que se inunda de ellas en estos meses. Sus colores y su grácil desplazamiento conforman una visión inolvidable.
Son también de visita obligada el bosque de pinos de Filérimos, donde se encuentra el monasterio dedicado a la Virgen, y las ruinas de la antigua ciudad de Yalisós.
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