La masacre de Kalavryta

Kalavryta

La conocida como la masacre de Kalavryta, fue uno de los crímenes nazis más brutales acontecidos en Grecia.

Esta trágica historia comenzó a fraguarse el 17 de octubre de 1943, cuando varios guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional Popular capturaron a unos 81 soldados alemanes cerca de esta tranquila población, Kalavryta. No se dudó un momento. Los prisioneros debían morir. No obstante, dos prisioneros lograron escapar y consiguieron dar la alarma de lo que había sucedido en ese pueblo griego de la península del Peloponeso.

La reacción de los alemanes no se hizo esperar. Bajo el nombre de Operación Kalavryta, consiguieron crear una ofensiva con más de tres mil soldados.

Al principio, esta operación tenía como finalidad rescatar a los soldados. No obstante, al enterarse de la muerte de los mismos, decidieron no empezar conflicto armado alguno. El castigo por haber matado a los suyo debía ser mayor. Había que ejecutar a la mayor parte de la población civil como venganza y muestra de superioridad.

Los días antes de la masacre de Kalavryta, las fuerzas alemanas fueron acercándose poco a poco arrasando todo aquello que encontraban. Quemaban tierras, ejecutaban civiles, tanto mujeres como niños, y parecía que la ira alemana no tenía fin.

El 13 de diciembre las tropas alemanas acamparon en Kalavryta haciéndose completamente con la ciudad. Comenzaron a separar a la población, diciéndoles que únicamente serían deportados. Así, los hombres mayores de 14 años fueron llevados a una colina fuera de la ciudad, desde la cual pudieron observar los brutales saqueos a sus casas y comercios.

En un momento dado, los alemanes se colocaron en formación. El desconcierto reinaba entre los pobres hombres y niños que no sabían muy bien que estaba pasando.  Una docena de ametralladoras comenzó a disparar sin control sobre cada uno de estos civiles. Según cuentan, la masacre duró aproximadamente 2 horas.

Los alemanes estaban seguros de que no había quedado ningún superviviente. No obstante, lo cierto es que algunos quedaron sepultados por los cuerpos de sus compañeros muertos. Así pues, pudieron salvar sus vidas y relatar este trágico episodio. En concreto, de 500 hombres y niños, tan sólo 13 lograron sobrevivir.

Las mujeres y los niños menores de 13 años tampoco corrieron mejor suerte. La escuela en la que fueron encerrados comenzó a arder. Algunos pudieron escapar, pero pocos.

Cuentan que el entierro de los muertos duró dos días. Tiempo en el que los supervivientes dormían en cuevas por miedo al regreso de los alemanes.

La operación militar de los alemanes no había terminado ahí, pues en su vuelta, aun tuvieron tiempo de quemar el Monasterio de Mega Spilaion, el más antiguo de Grecia, y el Monasterio de Agia Lavra.

Tras la misión, la división alemana lanzó un claro mensaje de radio, cifrado evidentemente, a los suyos, en el que hablaban de la gran cantidad de pueblos destruidos por completo y de que finalmente habían ejecutado a 696 griegos y quemado más de 1.000 casas.

Foto vía:  electropod



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