La tradicional costumbre de los camellos en Thourio
Este pequeño municipio de la prefectura de Evros, entre Orestiada y Didimotiko, a pocos kilómetros del río Evros que es la frontera natural entre Grecia y Turquía, se encuentra en una región de fértiles llanuras y nos espera con sus poco más de setecientos habitantes para contarnos una de las costumbres más curiosas del país.
Se trata de la fiesta de los camellos de Thourio, a cien kilómetros de Alexandroupulis, que se celebra todos los años el 31 de diciembre y que es una tradición que actualmente se está recuperando en muchos otros pueblos de la región limítrofe con Turquía. Durante varios días, la gente de la aldea se dedica a preparar un camello.
Se construye un arco de madera y un apoyo de ramas de morera que es el esqueleto del camello, y se cubre con mantas del color característico; el cuello se realiza con una piel de liebre y la cabeza es un cráneo de conejo o de oveja. Los ojos son cuentas de vidrio brillantes y la lengua se representa con un pimiento rojo, mientras que la cola suele ser una bufanda o banda de lana. El camello es musicalmente decorado con campanas que cuelgan de todo su cuerpo.
Alguien del pueblo debe representar al camellero: un personaje vestido con traje oriental o con la vestimenta tradicional de la aldea, con la cara ennegrecida de hollín; otros personajes son el tesorero y todos los que realizan tareas relacionadas con los camellos. La escena se completa con un burro que lleva la comida de los camellos y la musicalización es realizada por cualquiera que sepa tocar un instrumento, la gaita o lo que sea.
¡Y llegó el camello! Este último día del año, comienza temprano a visitar todos los hogares, uno por uno. Algunos jóvenes se meten dentro de la estructura de madera y se mueven rítmicamente para imitar el paso tranquilo y un poco solemne de los camellos; el muñeco es llevado al patio de la casa, donde baila una danza de camellos al son de los instrumentos mientras que el camellero lleva una vara en la mano, con la que golpeará unos vasos oportunamente dispuestos por la dueña de casa. Es la señal para servir un poco de vino a a los muchachos.
El origen de esta curiosa costumbre tiene varias explicaciones; algunos dicen que el camello representa la llegada de Santa Claus; otros, a los Reyes Magos que llegaron en camellos. Pero la versión más acertada, parece ser una sátira de los antiguos recaudadores de impuestos turcos, que desfilaban con sus camellos en la capital cuando se reunían para entregar la recaudación al sultán.
Foto: Municipalidad de Thourio
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