Las mansiones de la orgullosa Siatista, en Kozani
Esta es una ciudad realmente diferente; destino turístico de todo el año, fue próspera y culta y las huellas de este glorioso pasado son una fuente de inspiración para locales y visitantes. Su ubicación aislada no fue un obstáculo para que se desarrollara como un notable centro de arte y comercio, prevaleciendo la industria textil, la peletería y sus excelentes vinos, a la vez que el comercio con el centro de Europa fortaleció su cultura y su amor por la libertad.
Esta ciudad en la prefectura de Kozani lleva adjunto el nombre “Florochori”, propio de las ciudades ricas, pues deriva de la costumbre de mujeres y niñas, de usar collares de monedas que brillaban en las bodas y celebraciones. Su arquitectura es otro ejemplo de la pasada prosperidad. Todas las viviendas se construyeron en base a un mismo proyecto y con un mismo diseño en su interior.
Desarrolladas en tres plantas, eran de piedra y tenían altos e inexpugnables muros para defenderse de las invasiones que asolaron la Macedonia; sin embargo sus interiores eran cómodos y ricamente decorados. Se organizaban alrededor de un núcleo o patio pavimentado, en el cual desembocaban dos escaleras, una que llevaba al primer piso y otra al segundo. La planta baja estaba ocupada por tiendas y bodegas.
La escalera hacia la derecha llevaba a las habitaciones de invierno, con sus paredes al norte con dos o tres ventanas y bellas columnas con ligeros arcos. Las paredes estaban revestidas con madera, decorada con dibujos de colores aún hasta el techo. La escalera de la izquierda conducía a las habitaciones de verano, con sus ventanas de vidrios estaban pintados. En la primera planta también había un salón para reuniones y bailes con bellísimos pisos y paredes pintadas de colores vibrantes.
Alrededor del patio se organizaba la panadería, las alacenas, establos, gallineros y cisterna, mientras que la casa estaba rodeada de jardines, macetas y enredaderas. Las más conocidas de estas casas, que se pueden visitar, están en Gerania, como las casas Poulkos y Nerantzopoulou.
Queda muchísimo en el tintero: sus iglesias, su Biblioteca con ediciones raras y manuscritos del siglo XVI, los museos Paleontológico, Eclesiástico y Folklórico, el Jardín Botánico y sus tradicionales bodegas y peleterías y su propuesta turística de vacaciones en la montaña, especial para la práctica del senderismo, montañismo, escalada, o para refugiarse en un cálido albergue alpino.
Foto: Municipalidad de Siatista
Categorias: Macedonia