El Lago Doirani, en Kilkís
Kilkís, al norte de la Macedonia, nos ofrece una gran variedad de paseos y actividades que les invitamos a conocer. Es muy fácil llegar pues se halla a corta distancia de Tesalónica, accesible desde el puerto y aeropuerto internacional, con rutas en buenas condiciones; su ubicación fronteriza le ha valido la denominación de “Puerta septentrional de Grecia».
La ciudad se extiende al pie de la colina Ai-Yorguis, cuya cima alberga la iglesia posbizantina de Agios Georgios, del siglo XIX y sus bellísimos frescos; el Anfiteatro Heroon, el Museo de la Guerra y un espacio turístico. Kilkís es un buen punto de partida para visitar la región: a menos de 50 Km. se encuentra la antigua villa de Guménisa, con sus callecitas estrechas y antiguas casas, al pie del monte Paiko, de profusa vegetación, junto a otras localidades como Griva, Kastanerí y Livadia.
Para quienes gustan del contacto con la naturaleza, además del Lago Doirani al que le dedicaremos un párrafo especial, encontrarán el río Axios, los montes Paiko y Krousion, las cataratas naturales de Skra, otro lago llamado Mina, en Axioupolis y la Cueva de Kilkis.
Los aficionados al turismo arqueológico podrán visitar los yacimientos de Evropo, donde se encontró el Kuros Arcaico que se exhibe en el Museo Arqueológico, el de Palatianou y las ruinas del castillo bizantino de Palió Ginekokastro; también Skra y Koljida, con tumbas del siglo IV y un poblado paleocristiano del siglo VI. En cuanto a museos no habrá tiempo para descansar: nos esperan además del ya mencionado Museo de la Guerra, el Arqueológico de Kilkis y el de Ciencias Naturales de Axioupolis. Quienes busquen turismo saludable también lo encontrarán en Kilkís: al sur de la ciudad se encuentra el Lago Pikrolimni, primer centro balcánico de lodoterapia.
Yendo hacia el norte encontraremos el bello Lago Doirani, uno de los puntos emblemáticos de la región, con sus orillas bordeadas de pequeños pueblos de pescadores, tabernas y playas, y a 4 Km., la idílica Jilia Dendra. Doirani es un lago de agua salada, formado como una acumulación costera de aguas poco profundas que se comunican con el mar; sin embargo estos lagos pueden convertirse en lagos de agua dulce cuando por alguna razón se interrumpe el contacto con el mar y fluye agua dulce procedente de ríos subterráneos, generando ecosistemas únicos por su biodiversidad.
Pero al Lago Doirani le ha tocado ser protagonista de uno de los fenómenos más extraños de la Naturaleza: la lluvia de peces. Según nos informan, en el año 2002 llovieron pececitos sobre la aldea de Korona, al norte de Grecia; cuando se estudió la especie se observó que provenía del Lago Doriani!
Foto: panoramio.com
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