Apuntes sobre la Civilización Minóica
Según nos revelan los hallazgos arqueológicos realizados en la isla de Creta, allí se desarrolló una importante civilización durante la Edad de Bronce, alrededor del año 2.600 a. C., la llamada Civilización Minóica, haciendo referencia a uno de sus más legendarios monarcas: el rey Minos. Su mito más célebre, el del Laberinto de Creta, fue inspirado por su particular forma de construir los palacios, consistente en grandes grupos de habitaciones en torno a sus patios interiores, y que podían contarse por cientos.
Controlando el comercio marítimo gracias a su ingente flota y dotados de un sistema económico eficiente, pronto se destacaron como potencia económica sobre las demás ciudades de Grecia. El sistema de gobierno de Creta estaba basado en una monarquía centralista, con un desarrollado sistema de administración pública, basando su prosperidad en el comercio exterior y no en la conquista o colonización. Su existencia estuvo marcada por la paz, durante la cual florecieron las artes y la cultura, y donde cada familia poseía y labraba sus propias tierras.
Sus creencias religiosas poseían las características de los cultos neolíticos, en los que se veneraba a la propia Naturaleza y sus fuerzas, excepto en el caso de su Gran Dama del Laberinto, diosa de la fertilidad a la que se representa sosteniendo dos serpientes y vistiendo las ropas tradicionales minóicas. Otra figura importante dentro de su religión era la del toro como símbolo de virilidad, y que protagonizó la leyenda del Minotauro.
El rey era también la máxima autoridad en cuanto a religión, estando su mandato ligado a ella mediante un ritual de renovación ante la Gran Dama del Laberinto, que se celebraba cada año. Este ritual bien puede ser un vestigio que sobrevive desde las sociedades matriarcales del neolítico. Las ceremonias rituales no se llevaban a cabo de forma multitudinaria sino que eran realizadas en santuarios bajo tierra, y en ocasiones en antiguas cuevas que fueron habitadas durante el neolítico.
La desaparición de la civilización minóica se debió principalmente a la erupción del volcán de la isla de Thera (actual Santorini), generando un tsunami que asoló el norte de Creta. Las cenizas del volcán y sus gases tuvieron un efecto más lento, pero también destruyeron las cosechas y terminaron con gran parte de la población debido a las intoxicaciones y enfermedades. Cuando el comercio exterior quedó interrumpido y Creta pasaba su peor momento, los pueblos micénicos comenzaron sus incursiones en la isla, para conquistarla poco después.
Foto vía: lagreciaeterna
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