Mandráki, el antiguo puerto de Rodas

Mandraki

El post de hoy se acerca hasta la hermosa y emblemática isla de Rodas, la mayor y la más meridional de entre las que forman el archipiélago del Dodecaneso.

No hay duda que uno de sus principales atractivos es el magnífico contraste cromático que brindan sus verdes paisajes y las aguas del Mediterráneo, de un fascinante azul intenso.

Del mismo modo, no hay que perder de vista la leyenda del célebre coloso de Rodas, del que poco se conoce. En cualquier caso, para descubrir más acerca de esta interesante historia, habrá que visitar el milenario Mandráki.

Utilizado antiguamente como puerto de navegación, Mandráki alberga en la actualidad numerosas embarcaciones de recreo. Este enclave limita, a mano derecha, con el muelle de San Nicolás, sobre el que lucen orgullosos sus famosos y pintorescos molinos de viento.

Por el contrario, a la izquierda se despliega la entrada a Mandráki, a cuyos lados se elevan dos columnas construidas por los italianos y rematadas con sendas estatuas de bronce con forma de ciervo. Éstas señalan el lugar donde se cree que un día se alzó el ya mencionado coloso.

Esta legendaria estatua, que representaba al dios Helios y que fue considerada como una de las Siete Maravillas de la Antigüedad, fue proyectada en el año 290 a.C. por Cares de Lindo, quien asumió este encargo para conmemorar la resistencia de la ciudad ante el asedio de los hombres de Demetrio Poliorcetes.

Su altura era de 32 m y contaba con un armazón de hierro recubierto de bronce, aunque se desconoce su apariencia. Lo único que se sabe es que en el año 224 o 223 a.C., un seísmo la destruyó. Tras el terremotos, los pedazos de la estatua quedaron esparcidos por las inmediaciones, dado que una prohibición religiosa puso freno a una posible reconstrucción de la descomunal estatua. Se dice (eso sí) que en el 653 de nuestra era, los musulmanes vendieron los restos del coloso a un judío de Emesa.

Y con él, desapareció la última pista de una de las obras de arte más admiradas de todos los tiempos.

– Cómo llegar a Rodas

Para llegar a esta isla bien podemos tomar un ferry, un crucero o, tal vez más recomendable en este caso, volar desde Atenas, ya que la frecuencia de vuelos es más alta, y el trayecto se hace en menos tiempo.

Foto vía: Just Travel



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